Cristina Banzo e Isabel Rodríguez, con trayectorias profesionales distintas, encontraron un nexo común en su afición por las telas y las vajillas y comenzaron a compartir su pasión por la mesa como un espacio abierto que traspasa barreras y reinventa cada encuentro. Para ellas, en cada mesa hay un motivo para celebrar, una llamada a no dejar escapar ni una oportunidad de ser feliz.