Nací en Manchester y crecí en Australia. Después me mudé de vuelta a Londres a los veintidós años. Me integré en mi comunidad y fundé una familia en un barrio del norte de Londres. Abrí Margot por la misma razón que había empezado a hacer pan yo misma: no había ninguna panadería a una distancia razonable de mi casa en la que pudiera comprar pan de calidad para mi familia. Encontré una antigua oficina de correos semiabandonada a la vuelta de la esquina de mi casa, y me propuse convencer al dueño de que me dejara reformarla y reinventarla. Tuve además que persuadir al banco para que me prestara el dinero necesario. Fui aprendiendo lo que significa una instalación eléctrica trifásica, a diseñar los planos de la zona de horneado y de la tienda, sin olvidar todo lo que conlleva la gestión de proveedores, la legislación laboral, el IVA o cómo hornear pan en grandes cantidades, entre cientos de otras lecciones.