Darío Pescador, divulgador y periodista, explica en su último libro Tu mejor yo los principios básicos sobre sobre nutrición, fisiología del deporte, salud física y mental para tomar el control de cuerpo y mente de forma eficaz y para siempre.
¿Sabes qué es un biohacker? Alguien que utiliza la ciencia y la tecnología para hacer funcionar mejor su cuerpo. Sobre este concepto se construye Tu mejor yo (Oberon), el último libro de Darío Pescador. La obra propone tomar el control, comprender qué ocurre dentro de cada persona y aplicar pequeños cambios que tienen grandes efectos: desde cómo optimizar la dieta, dependiendo del cuerpo y actividad, hasta cómo sacar mayor partido al deporte. Porque más allá de las modas y los debates, es posible controlar el cuerpo siguiendo unos pocos y sencillos principios básicos.
A través de un lenguaje claro y conciso el autor responde a preguntas como: ¿Qué comer? ¿Por qué se hace ejercicio? ¿Por qué se necesita descansar? ¿Pueden las personas cambiar? Todo ello acompañado perfectamente de las ilustraciones de Puño, Premio Nacional de Ilustración, que aportan explicaciones gráficas para que todo sea muy fácil de entender para el lector. Darío propone soluciones simples y efectivas, como alimentarse coherentemente, manteniendo la salud del intestino, o reducir la inflamación con el ejercicio y el control del estrés, lo que ayuda decididamente a evitar diversas patologías.
¿Qué pasa cuando dejamos de comer o cuando dejamos de comer carbohidratos? Esto es algo que ocurría con frecuencia hace cientos de miles de años cuando no teníamos tres comidas garantizadas, y el organismo dispone de un mecanismo de adaptación en el que empieza a consumir grasa como combustible. Tu mejor yo, explica los beneficios que tiene el ayuno intermitente para la pérdida de grasa, el control de la insulina, el rendimiento mental y la prevención de muchas enfermedades.
¿Cuál es la última vez que pasaste frío, hambre o agotamiento? “Las consecuencias de esta falta de desafíos a nuestro organismo es que, por un lado, nos volvemos más débiles y, por otro, el sistema inmunitario reacciona exageradamente ante cualquier estímulo inofensivo, aumentando la inflamación’’. Aquí entra el concepto del estrés positivo, y por qué un poco de estrés controlado es fundamental para estar sanos: ‘’A veces una dosis baja también tiene un gran efecto [...] Necesitamos del estrés y la oxidación para no oxidarnos’’. A raíz de esta idea, en el libro se explican las ventajas de las duchas frías, los baños de hielo y los ejercicios de hipoxia, que se basan en aguantar la respiración privando momentáneamente al cuerpo de oxígeno, y que tienen sorprendentes efectos positivos para adaptarse mejor al estrés de la vida cotidiana.
Mantener relaciones sexuales y masturbarse alivia el estrés protegiendo el cerebro de los efectos negativos del cortisol y fomentando el crecimiento de nuevas neuronas, así como aliviar el dolor de cabeza, evitar ataques al corazón, incrementar la autoestima y mejorar el sistema inmunitario.
Según Darío, hay tres tipos de drogas: las buenas, las malas y las estúpidas. En el libro explica cómo dependiendo de la circunstancia en la que se consuma esa droga, tendrá unos efectos en el organismo u otros: ‘’Cuando nos falta algo, el cerebro busca algo que lo compense. La heroína mitiga el dolor de una operación, pero también el dolor existencial de las personas desesperadas. [...] usar una droga (o un medicamento) debería ser algo temporal’’.
Y, entonces ¿por qué morimos? El autor responde que los seres humanos estamos programados para envejecer, pero también envejecemos por acumulación de daños. Sin embargo, se puede “morir joven a una edad avanzada”, frase que dijo el investigador de origen israelí Nir Barzilai. Es por ello lo mejor es tomar el control y comprender qué ocurre dentro del cuerpo humano, con el fin de aplicar pequeños cambios que mejoran el estilo de vida y así hacer que los sistemas funcionen a la perfección para conseguir sobrevivir.
Hazte este verano con el control de tu cuerpo y de tu mente con el libro de Darío Pescador, Tu mejor yo.
