Este año se cumplen 100 años de la muerte del gran Benito Pérez Galdós. Madrid fue su casa y sus calles, su gente, sus edificios, sus bibliotecas, sus cafés, su cartelera teatral y el curioso ambiente que describe en sus novelas y obras de teatro está siempre presente. Carmen Fernández Etreros, periodista, y Guillermo Menéndez Quirós, ilustrador, han creado esta novela gráfica para seguir los pasos del escritor.
Galdós: un escritor en Madrid es una novela gráfica para todos los públicos y aficionados a la literatura. A lo largo de las ilustraciones, a cargo de Guillermo Menéndez Quirós, iremos descubriendo los acontecimientos sociales y políticos de la obra de Don Benito. Carmen Fernández Etreros, la autora de los textos, irá descubriendo muchos aspectos de la vida de uno de los más grandes novelistas españoles de todos los tiempos.
Ella misma, Carmen, nos cuenta cómo ha sido esta aventura editorial.
Galdós, un escritor en Madrid. Una aventura editorial por Carmen Fernández Etreros
La idea de publicar una novela gráfica sobre la vida y la obra de Benito Pérez Galdós nace de una ilusión conjunta por acercar su figura a los jóvenes y no tan jóvenes. Todo el mundo sabe quién era el escritor, pero algunos datos de su vida y su obra no se conocen. El centenario de la muerte del escritor ofreció la ocasión perfecta para emprender esta original aventura editorial.
La idea fue tomando forma poco a poco y el resultado de este gran trabajo de documentación, edición e ilustración ha sido la novela gráfica que puedes ver aquí.
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¿Por qué una novela gráfica? En los últimos años muchas editoriales han descubierto el potencial de este tipo de libros para contar las historias de una forma más atractiva. Gracias a las ilustraciones, el lector conecta y empatiza con la historia narrada. En Oberon ya teníamos novelas gráficas como la de Jack London de Koza o Descifrando enigma sobre Alan Turing de Jim Ottaviani.
Esta novela gráfica, Galdós, un escritor en Madrid, comienza con el acto de inauguración del monumento al escritor en el parque del Retiro, un año antes de su fallecimiento. Un acto entrañable que reflejaron los periódicos de la época en el que ya el escritor estaba ciego y su salud estaba bastante deteriorada. Como no podía ver la escultura, le tuvieron que aupar para que la palpara.
El escritor, ya anciano, comienza a recordar cuando era un joven apasionado que llegó a Madrid desde su Las Palmas natal para empezar a estudiar la carrera de Derecho en el año 1862. Pocas personas saben la importancia que tuvo su enamoramiento de su prima Sisita en la decisión de sus padres de enviarle a Madrid para alejarle lo antes posible de este amor juvenil.
Benito Pérez Galdós va contando en su última vivienda, el caserón de Hilarión Eslava, cómo transcurre ese último año hasta su muerte el 4 de enero de 1920 y rememorando aquellos momentos de su vida que le marcaron para siempre.
Galdós está enfermo y triste pero aquellos recuerdos le animan sus últimos días. Su llegada a la Puerta del Sol, su primer año alojado en la pensión de la calle Fuentes, sus estudios en la universidad y también los paseos del escritor por las calles de Madrid que tanto influyeron en su vida. El escritor también recordará los comienzos como escritor, sus numerosos amores, el nacimiento de su hija o su experiencia como autor teatral.
Las cuidadas ilustraciones de Guillermo Menéndez Quirós intentan reflejar cada uno de estos momentos de la vida del escritor. Ilustraciones para las que se han buscado fotografías y documentos de la época. El ilustrador ha realizado un gran trabajo creativo a la hora de reflejar la vida de Madrid, sus revoluciones ciudadanas como la Sublevación del cuartel de San Gil, sus monumentos y su gente.
La novela gráfica termina con las ilustraciones del cortejo que acompañó en su fallecimiento al escritor hasta el cementerio y en el que se juntaron más de 20.000 personas entre ellas las mujeres de Madrid desde actrices como Catalina Bárcena a las menestralas, las obreras o las madres de familia.
Galdós, un escritor en Madrid es un homenaje a un escritor fundamental para la historia de nuestro país y también a un hombre apasionado y trabajador que dedicó su obra a reflejar la vida de sus contemporáneos.
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