CUANDO LA MÚSICA CURA

El músico David Villar y el doctor, fisioterateuta y acupuntor Liu Zheng acaban de publicar Medicina del sonido. Musicamento para el alma, un libro que explica las cualidades físicas y terapéuticas del sonido, la importancia del silencio, los instrumentos y las técnicas más utilizadas en sonoterapia.

¿Qué tienen en común el sonido, la música y la acupuntura? El libro Medicina del sonido. Musicamento para el alma, recientemente editado por Oberon, tiene la respuesta a esta pregunta. Los autores, David Villar y Liu Zheng, se adentran en el mundo de la salud desde un nuevo punto de vista, fruto de la combinación de sus largas trayectorias profesionales y sus herramientas terapéuticas. Todo ello utilizando como base el musicamento, un método terapéutico que aúna varias disciplinas como la sonoterapia, la acupuntura, la sonopuntura y la aromaterapia.

¿Qué es el sonido? ¿Cómo se genera el sonido en el cerebro? ¿Cómo suena tu salud? ¿Terapia con diapasones? ¿Por qué es importante el silencio? A lo largo de 9 capítulos, Medicina del sonido. Musicamento para el alma, plantea estos interrogantes para demostrar que determinados sonidos influyen en el sistema nervioso autónomo, modifican la vibración celular, fortalecen el sistema inmunológico y reducen los niveles de estrés.

En Estados Unidos, por ejemplo, la musicoterapia cada vez tiene más presencia en los hospitales y en el tratamiento de enfermedades como el Parkinson y el Alzheimer. Para descubrirlo, David Villar y Liu Zheng, realizan un recorrido histórico y demuestran que el sonido y la música forman parte del gen más ancestral del ser humano. Desde la Antigüedad, se han utilizado estos sonidos sanadores en rituales y ceremonias espirituales, y como un poderoso medio de sanación para estimular el equilibrio físico, mental y emocional.

“Nuestra cultura tiene ahora, a todos los niveles, un conocimiento empírico de lo que sabios y sanadores han sabido desde siempre: que el sonido y la música en sí misma son regalos de la vida como el agua y el aire, las flores y la risa de un niño. En lo personal, no podría vivir sin esta energía. La música va más allá de las palabras llegando directamente al sistema límbico de sentimientos puros, donde se aloja nuestro sustento emocional”, se afirma en el libro.

Tierra, metal, madera, fuego y agua…a diferencia de las siete notas musicales de Occidente, la música clásica china se basa en los cinco tonos fundamentales que guardan correspondencia con las características de los cinco elementos. En Medicina del sonido, se explica que cada uno de los cinco tonos emite una frecuencia vibracional concreta capaz de crear una resonancia sobre los cinco órganos sensoriales (oído, vista, gusto, olfato y tacto), mientras que estos se conectan con los órganos internos. Así pues, el libro indica una serie de puntos de acupuntura para que, con ayuda de un diapasón, se disfrute de sus excelentes beneficios sin necesidad de amplios conocimientos en medicina tradicional china.

David Villar y Liu Zheng han reservado un capítulo para hablar de la otra cara de la moneda: el silencio. “Vivimos en el mundo de lo relativo, del yin y el yang, donde la luz y la oscuridad, lo material y lo intangible, la salud y la enfermedad son formas de energía contrarias y a la vez complementarias”, explican. La búsqueda del silencio se ha convertido en una necesidad fisiológica y psicológica para el ser humano. El libro, expone pautas para conseguir estar en silencio y controlar de forma voluntaria la respiración, posibilitando que nuestro corazón se ralentice, así como se sincronicen otros sistemas fisiológicos como las ondas cerebrales, la presión sanguínea, el sistema inmunitario y la digestión.

“El sonido que no podemos oír cura enfermedades y el sonido audible moldea nuestra historia, entrega armonía, nos ayuda a orientarnos en el mundo natural y crea geometrías fascinantes que podrían ser la clave de otros misterios. Es la magia del sonido”, concluyen los autores.

Últimas

Noticias