5 CLAVES PARA QUE NUESTROS HIJOS E HIJAS CREZCAN FELICES EN MEDIO DE UNA PANDEMIA MUNDIAL

¿Te imaginabas vivir una pandemia mundial antes de marzo de 2020? ¿Te das cuenta de que ni tú, ni tu entorno, ni tus circunstancias, permanecen iguales por mucho tiempo? ¿Quién no ha mirado una foto de hace años y, en ese preciso momento, se ha dado cuenta de cómo le ha cambiado el paso de los años? 

La vida es una sucesión de cambios, muchos de ellos casi imperceptibles; otros, sin embargo, llegan a nuestras vidas con el mismo impacto que un fuerte tornado: una mudanza, un nuevo bebé, la escolarización, una separación y todos ellos pueden afectarte a ti, al igual que a tus hijos e hijas.

Marta Prada, creadora del blog Pequefelicidad, acaba de publicar un nuevo libro titulado Creces felices ante grandes cambios de vida, donde aporta respuestas y herramientas para gestionar los cambios que continuamente van surgiendo en la vida. Un libro necesario y revelador para cualquier familia. Una guía para conocerte mejor, trabajar tus pensamientos y tu esquema de respuesta ante los cambios, porque, aunque no tienes la capacidad para controlar las circunstancias del día a día, siempre tienes en tus manos algo muy importante: tu actitud.

Uno de los cambios más drásticos del 2020, ha sido la aparición de la Covid-19. De la noche a la mañana, la humanidad se metió en casa. Los coles, las fábricas, los comercios, los cines, los gimnasios, los bares, los teatros… cerraron. Un panorama mundial para el que nadie estaba preparado. ¿Qué aspectos pueden tener en cuenta los padres y las madres a la hora de encontrar un equilibrio entre la seguridad física y la emocional de los niños y las niñas ante la pandemia? 

Hoy te traemos las 5 claves que Marta Prada propone para gestionar mejor el cambio que ha supuesto para los más pequeños esta situación:

  1. Hablar con sinceridad a los niños y a las niñas sobre lo que realmente es el virus.
    Muchos niños y niñas explicaban el coronavirus durante la cuarentena como un “bichito que podía matarte si salías a la calle”. Es muy importante vigilar el vocabulario y las expresiones que utilizamos con ellos. Podemos explicarles los síntomas y quién son las personas más vulnerables ante el virus. Tenemos que hacerles llegar que lo que estamos viviendo es algo excepcional sin precedente. Pero que también es algo temporal.

     
  2. Crear nuevos hábitos de higiene sin nombrar continuamente la amenaza del virus.
    Igual que hemos normalizado que antes de comer nos lavamos las manos y después de comer nos lavamos los dientes, podemos normalizar que nos lavamos las manos al llegar a casa o al entrar en un lugar nuevo. Es negativo estar dando continuamente mensajes alarmistas para que los niños y las niñas no se olviden de quitarse los zapatos al entrar en casa, ponerse la mascarilla al salir, lavarse las manos o echarse gel hidroalcohólico. Simplemente tenemos que dar ejemplo, guiarlos y acompañarlos.




    Si llenamos sus rutinas de tensiones, prohibiciones y negativas, puede quedar latente un miedo y un rechazo. Tenemos que fijar con ellos unas normas, explicadas sin alarmismos, pero sí con claridad y sencillez, podemos repasarlas con ellos antes de salir de casa si es necesario hasta que las integren y enfocarnos en que perciban sus salidas como algo divertido y bonito.
     
  3. Planificar salidas habituales a entornos naturales en los que puedan escalar, correr, saltar e investigar.
    Si los niños y las niñas ven limitada su libertad de movimiento en ciertos entornos, debemos asegurarnos de que puedan cubrir esa necesidad tanto en casa, integrándolos en tareas cotidianas, como en el espacio exterior, aprovechando los entornos naturales que hay en las proximidades de la ciudad.

     
  4. Integrar hábitos que aseguren tiempo de calidad en familia.
    Cocinar, juegos de mesa, deporte en familia…descubre los que mejor vayan contigo y con tu familia y ¡a disfrutar juntos!

     
  5. Quedadas con amigos y familiares.
    Los niños y las niñas tienen muchas oportunidades de socializar en su entorno. Tenemos que deshacernos de la idea de que el colegio es la única vía de socialización. Desarrollar habilidades sociales requiere poder convivir con personas más mayores en las que poder fijarse y personas más pequeñas a las que poder ayudar. Debemos asegurarnos de poder seguir manteniendo pequeñas reuniones, siempre que sean seguras, con amigos y familiares.

Una pandemia mundial como esta, ha conseguido parar en seco la actividad. La naturaleza se regeneró. El planeta tomó un respiro. A veces necesitamos parar para ver en perspectiva lo que estamos haciendo, no solo con el lugar en el que vivimos, sino con las personas que van a crear la sociedad del futuro. El primer paso para cambiar el mundo, es cambiar. Nuestra actitud pone el color y la música a la vida de nuestros hijos e hijas. Que cuando su entorno se vuelva gris y apagado ellos puedan seguir escuchando la melodía alegre viendo los colores, depende de nosotros.

¿Te gustaría saber más? Como, por ejemplo, de otros cambios como puede ser la llegada de un nuevo bebé o una separación. ¿Te gustaría centrarte más en ti para así comprender mejor a tus hijos e hijas? Recuerda que en Crecer felices ante grandes cambios de vida, de Marta Prada, encontrarás páginas repletas de inspiración, herramientas y casos prácticos para abordar desde la consciencia cualquier cambio de vida con tus hijos e hijas.

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