Apenas han pasado unos días desde que ha arrancado el año y en Oberon queremos desearos a todos los que nos leéis felicidad, esa que es contagiosa, más que cualquier virus, y en cualquiera de sus formas: abrazos, sonrisas, metas, ilusión e incluso libros.
Como cada año hemos hecho balance, y queremos comenzar este 2022 restando penas, miedos y problemas y sumando risa, mucho amor, felicidad y salud. Y queremos contribuir a mantenernos así hasta el próximo 31 de diciembre y la mejor manera que se nos ocurre es compartir, a través de nuestros libros, todo aquello que pueda ayudar a tener una vida mejor.
Ya estamos preparando nuevos libros para cuidar nuestra alimentación y cocina cada día más rico, para disfrutar de nuestra afición favorita ampliando conocimientos, para comprometernos de una vez por todas con nosotros mismos y querernos más, para inspirarnos a conseguir nuestros anhelados objetivos, para aprender o simplemente para divertirnos.
Así que, ojalá nunca dejes de leernos y ojalá un nuevo año de felicidad.
Ojalá nunca te rindas. Ojalá siempre tengas la fuerza suficiente para seguir, para continuar, a pesar de lo que sea. Y consigas llegar lejos, cumpliendo todos los sueños que eres capaz de soñar. Ojalá te cures.
Y te sanes de cada una de esas cosas que ocupan tu cabeza y que, a veces, la dañan un poco. Ojalá seas capaz de ver bonitas algunas cicatrices y de aprender a vivir con ellas. Ojalá seas fuerte. Mucho. Y todos los días. Ojalá no dejes nunca de ser buena persona, incluso aunque te hagan daño, incluso aunque a veces no puedas más. No te olvides de tener corazón ni un solo día de tu vida. Ojalá aprendas a perdonar. Hay perdones que no borran todo lo que ha pasado, pero te ayudan a poder seguir.
Ojalá te rodees siempre de personas bonitas, de las que hacen el mundo mejor, las que son como el sol: pura vitamina. Ojalá llores todo lo que necesites, todo lo que te haga falta. Cuando lo sientas, cuando te salga. Y seas capaz de sacar una sonrisa después. Ojalá ames a reventar. Y no te olvides de ellos, los que sí son de verdad. Ojalá nuestras estrellas nunca dejen de brillar, y nos sigan alumbrando el camino cada día.
Y recordándonos que no se han ido. Ojalá nunca te sientas solo. Y aprendas a encontrarte siempre. En cualquier lugar, en cualquier momento. Ojalá no te olvides de dar las gracias. Y tratar de decir también las cosas buenas y no solo las malas. Lo evidente, a veces, también hay que repetirlo, recordarlo. Como lo de decir «te quiero» a alguien que ya lo sabe de sobra. Ojalá las mariposas en el estómago no se vayan jamás. Y nos sigan haciendo cosquillas. Las mariposas y tus manos. Ojalá te permitas un día malo, incluso dos. Los que necesites. Porque la vida a veces es dura, y no en cada instante se puede estar bien.
Ojalá nunca falten los abrazos, esos en los que apetece quedarse para toda la vida. Los que aprietan, pero no duelen. Los que quieres repetir. Ojalá no falten los besos, con pasión y ganas. Los que se dan de verdad y consiguen que te sientas un poco mejor. Ojalá la vida te regale cosas bonitas después de todo. Y aprendas a superar las que no lo son tanto. Ojalá no te falles. Nunca. Ojalá aprendan a valorarte, tanto como lo haces tú. Y seas capaz de demostrar todo eso de lo que eres capaz.
Ojalá la esperanza no llegue a perderse, ni en último lugar ni nunca. Porque nos hace falta. Ojalá tengas ilusión en cada paso que das, y la motivación no se esconda demasiado. Ojalá más bien que mucho, y me refiero a lo de querer. Ojalá más amor y menos odio, más cosas buenas y menos malas, más ganas de verse y menos excusas. Ojalá ganarle el pulso al miedo y hacer todo eso que nos apetece hacer. Sin pensar más allá. Ojalá seas feliz porque, simplemente, te lo mereces.
Ojalá a todo.
Y ojalá nunca, pero nunca, te falten las ganas.
Si te ha gustado este texto, puedes encontrar muchos más en el último libro de Lola Ortiz, creadora del blog Un rincón maravilloso y autora de Ojalá. Sus palabras cobran sentido en este comienzo de año porque como ella misma dice en este maravilloso libro, lleno de reflexiones e inspiración, “¿Qué tal si nos lanzamos a hacerlo realidad? Si nos dejamos de miedos, de esperar demasiado, de dejar pasar las oportunidades. Qué tal si vamos a por ello, si nos plantamos de una vez ante todo esto que queremos de verdad, ante eso que merece la pena” y añade:
“Y que la palabra Ojalá, de una vez por todas, cobre vida”
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